Por Pablo García Romay
Todos sabemos, creo, que las comidas que prepara la abuela son siempre diferentes a cualquiera que puedan preparar tus padres.
Siempre tienen un “saborcillo” o algo que las diferencia de esa misma receta preparada por otra persona.
Yo creo que es porque siempre les dan un toque personal con un/unos ingredientes diferentes o varían en algo la receta y la mejoran.
Eso puede venir de que los padres de los padres de tu abuela/o las hacían así y lo han ido transmitiendo oralmente.
Lo malo es que ahora ya casi no sucede esto; y por tanto se están perdiendo las maravillosas recetas de los abuelos.
Con este artículo os invito a que hoy preguntéis a vuestro/a abuelo/a sobre una receta que os haya hecho para comer y os haya gustado mucho. Apuntarla en un cuaderno y conservarla como un tesoro, así podréis en futuro seguir utilizándolas y seguir conservando esas recetas tan especiales.
Os sorprenderá lo divertido e interesante que es la elaboración de esa receta. Y si además os paráis un momento y compartís con ellos un poco más de tiempo, hasta podéis elaborarla juntos.
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